lunes, 4 de mayo de 2015

Terapia del Alma

Toda la experiencia vital, la formación que he recibido, la práctica de la meditación... todo conduce a lo mismo. En esencia todos deseamos lo mismo. Buscamos la forma, cada uno a su manera, de hallar la felicidad, el estado de gozo pleno y realización. Es un impulso innato e inherente al ser humano, en la mayoría de casos esta búsqueda es inconsciente, pero si ponemos atención, vemos que la motivación intrínseca en cada acto que hacemos es el deseo de ser felices.

Llega un momento en el que las piezas del puzle encajan. Cada una de las cosas que se han hecho hasta el momento tiene un sentido y forma parte de un conjunto. Y ya ha llegado el momento de dar forma al  proyecto. En el propio trabajo de comprender la vida y de hacer algo bueno con los descubrimientos y conocimientos adquiridos día a día, llegué a la conclusión de que la mejor forma de poner todo eso a disposición de los demás es enfocarlo desde el punto de vista de Terapeuta del Alma.

Nuestra alma nos guía y nos envía señales constantemente con el objetivo de que soltemos las cargas y sanemos las heridas que subyacen en el inconsciente. Si escuchamos nuestro cuerpo y observamos nuestras emociones y pensamientos, veremos que no siempre todo está bien. Los síntomas, son pistas que nos deja nuestra alma para que cerremos esos temas que tenemos pendientes y que están condicionando nuestra vida. De esta forma, escuchando a nuestra alma, cada vez nos vamos conociendo más y acercándonos más a lo que realmente somos. Esto hace que mejore nuestra calidad de vida y que vivamos más felices y en paz con nosotr@s mism@s y l@s demás.

El alma se comunica de múltiples formas, tan sólo es cuestión de dejarse sentir, fluir y observar con atención. En las palabras y expresiones que utilizamos, en la posición del cuerpo, en la forma de movernos, en cómo nos vestimos, en los colores que elegimos, en la forma de relacionarnos con el mundo... el alma se expresa y nos invita a mirarla, a sentirla, a escucharla, a abrazarla y a darnos cuenta de que somos mucho más de lo que creemos hasta ahora.

Cuidar al alma significa darse el tiempo necesario para conectar con el interior y averiguar qué se necesita realmente en este instante, qué es lo que nos mueve a actuar de la manera que lo hacemos y de qué forma podemos ser más felices. Y ésta no es tarea fácil, pero la recompensa merece la pena. Tranquilidad y serenidad interior, relaciones más auténticas, ser lo que verdaderamente somos en todas las circunstancias...

Para conseguir esto, se puede utilizar diferentes herramientas que aportarán un apoyo distinto según el momento y las necesidades de cada un@: reiki, aromaterapia, aura-soma, TVP, metamórfica...

Te animo a iniciar tu viaje del Corazón al Alma...

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